La llegada del otoño es el momento en el que debemos empezar a pensar en proteger nuestro jardín ante la llegada del invierno. Aunque es cierto que muchas especies toleran las bajas temperaturas, una simple helada aislada puede traernos más de un disgusto. Para comenzar queremos resumir como afecta al frío a las plantas tropicales:
Según nuestra experiencia, el frío influye en las plantas tropicales en mayor o menor medida dependiendo de la protección que les brindemos. No es lo mismo mantenerlas a 0 grados protegidas, que mantenerlas a cielo abierto; lo que más las daña son las heladas y la humedad invernal, puesto que destruyen sus hojas y pueden acabar con toda la parte aérea o follaje, rebrotando en primavera y creciendo de nuevo desde cero. La diferencia es tan grande y notable, que podemos mantener algunas especies a temperaturas bajo cero siempre que estén cubiertas y protegidas del hielo. ¡Incluso lograremos conservar su tamaño hasta continuar el crecimiento con la mejora de las temperaturas!
En este artícuilo, vamos a explicarte el mejor sistema que hemos descubierto tras probar diferentes formas de protección ante el frío extremo. No es necesaria una gran logística ni unos gastos elevados. Lo único que necesitamos para protegerlas es cubrirlas con un plástico común y transparente para permitir que pase la luz. El detalle más importante que debemos cuidar es asegurarnos de que el plástico no esté en contacto directo con las hojas para de ese modo evitar que la helada llegue a la zona de la planta en contacto directo. Recomendamos atar las plantas agrupando las hojas en el centro, protegiendo el brote principal (es lo más sensible), con una cuerda no muy apretada, para no dañar a nuestra amiga vegetal. Para ello, recomendamos dos sistemas igualmente válidos:
Primera opción, estructura sólida
Si tenemos acceso a materiales varios de una casa de campo, podemos usar cualquier cosa para crear una estructura sobre la que construir nuestra protección. Por ejemplo, unos caballetes comunes de los que usamos para montar mesas pueden sernos de gran ayuda. También pueden servirnos unas cañas atadas como una tienda de campaña india, un taburete plástico o metálico, o cualquier medio que permita diseñar una estructura sobre la que colocar el plástico sin estar en contacto con la planta.
Recomendamos no utilizar materiales de madera para nada que tenga que ver con las plantas, puesto que la madera retiene la humedad, se degenera y puede convertirse en un foco de hongos. Una vez hayamos preparado una estructura lo más ajustada posible al tamaño de la planta, es momento de asegurarla al suelo para que en caso de viento no se mueva. (Podemos usar piedras pesadas, una cuerda tensa clavada al suelo, o cualquier otro sistema que nos asegure una cierta estabilidad de la estructura).
El siguiente paso es colocar el plástico de una forma que cubra toda la estructura, creando una cámara de aire interior. Sujetaremos el plástico a la estructura por todos los puntos que veamos débiles, sobre todo evitando que queden partes que puedan ofrecer resistencia al aire. Cuanto más tenso esté el plástico de la estructura, más resbalará el aire ofreciendo menos resistencia, y menos agua (o sea, menos peso) se acumulará en la parte superior cuando llueva.
Para cerrar la estructura a la altura del suelo, recomendamos dejar algo de margen para poder enterrar en trozo final de plástico, cubrirlo de piedras, o sujetarlo con piquetas. Lo importante es conseguir una estructura sólida y práctica; no buscamos belleza, sino proteger las plantas de la mejor manera posible. Si lo deseamos, una vez esté terminado podemos agujerar la “campana” por algunos sitios para asegurarnos de que se renueva el aire del interior. Lo ideal es hacer agujeros pequeños y limpios; para ello puedes usar una varilla metálica caliente, o un cigarrillo encendido. Conseguiremos un agujero de diámetro pequeño, limpio y “termo sellado”, sin jirones que pueden deteriorar el invento.

Segunda opción, estructura “Chupa Chups”
Ésta es la opción más cómoda y más adaptada a quien no dispone de mucho espacio ni de materiales sobrantes para aprovechar. No es relevante porque ninguna de las dos opciones supone un gasto económico elevado, pero también ésta es quizás la opción más barata.
Con este método necesitaremos menos cantidad de plástico, pero habremos de comprar en un vivero o tienda online malla blanca anti heladas; es barata y muy efectiva. Este material es una fina tela blanca, muy fácil de manejar, que colocada sobre la planta crea un aislamiento total frente a la helada; su única e importante labor es evitar que el hielo pueda entrar en contacto con el follaje.
Solo necesitamos tres pasos sencillos: atar las plantas, cubrirlas con la malla anti helada y por encima cubrirlas con el plástico. Para entendernos, la forma en la que debe quedar podemos compararla con la de un Chupa Chups, sujetando por debajo de la “copa” la malla y el plástico con una cuerda anudada. Si nos sobra malla, también recomendamos cubrir el los tallos o ramas si son jóvenes o tiernas. En las plantas leñosas no es necesario.
Cualquier protección extra que le ofrezcamos a la planta será bienvenida, pero lo principal es proteger la parte aérea, el follaje. Con la malla en primer lugar nos aseguramos que la helada no traspase nuestra protección, y con el plástico en último lugar la aislamos del frío exterior. De esta manera, sin estructura pero con malla, la planta queda apretada y en contacto con el plástico pero muy bien protegida.
En nuestro jardín, usamos el sistema de estructura cuando la planta es muy grande y no conviene doblar las hojas. Por ejemplo, para proteger un Philodendro. En resumen, aunque parezca difícil, sí, es posible mantener vivo un jardín tropical en invierno siguiendo estos consejos sencillos y al alcance de cualquiera. Todos hemos leído acerca de los novedosos, modernos y caros sistemas de protección invernal que se venden, pero para ser sinceros, no es necesario gastar dinero en ello. Si por el contrario deseas invertir en la protección, también será seguro una buena opción que te brindará el mismo resultado.
¡Se acabó la excusa del frío para tener tesoros tropicales en nuestro jardín! Si necesitas ayuda o quieres consultarnos tus dudas, contáctanos con confianza y te aconsejaremos lo mejor posible 🙂