Sabemos que una Musa o planta de banano creciendo en cualquier jardín llama la atención de todas las miradas. Algunas localidades costeras del Mediterráneo cultivan variedades suaves y productoras de fruto como la Musa Cavendish, aunque si buscas la belleza ornamental no es la mejor variedad para plantar en nuestra pequeña selva privada.
Solemos pensar, aplicando la lógica, que las plataneras son plantas que viven en las regiones tropicales y que por lo tanto, no soportan nada de frío, ni siquiera heladas suaves. Pero en realidad sí que hay más de una que podemos cultivar en el exterior sin preocuparnos por los fríos inviernos. Después de buscar durante mucho tiempo y probar diferentes variedades, hemos definido una serie de especies de Musa tolerantes al frío y las heladas. Hemos de tener en cuenta que ninguna planta tropical consigue mantener su aspecto en invierno, puesto que la mayoría entran en un reposo que las lleva a interrumpir su crecimiento hasta la llegada de mejores temperaturas; es ahí donde entra en juego el aguante y resistencia de cada una.

A continuación te decimos en base a nuestra experiencia, que especies de Musa puedes cultivar a cielo abierto:
- Musa ‘Yunnan’ hasta -10º C
- Musa Helen’s Hybrid hasta -12º C
- Musa Nagensium hasta -12ºC
- Musella Lasiocarpa hasta-12º C
- Musa Basjoo hasta -15º C
- Musa Sikkimensis hasta -15º C
- Musa Velutina hasta -15º C
Estas variedades diferentes presentan una gran tolerancia a las bajas temperaturas. Si tuviéramos que elegir alguna en particular, según nuestra experiencia las tres más fáciles de mantener y de crecimiento rápido son la Musa Basjoo, la Musa Sikkimensis y la Musella Lasiocarpa. Todas crecen en altitud y están genéticamente preparadas para tolerar el frío continental.
Si las plantamos en el sitio ideal, se desarrollarán rápidamente y nos sorprenderán cada día: en el primer año pueden alcanzar una altura aproximada de 2-3 metros. Sus grandes amigos son: la mayor cantidad de sol directo, agua en abundancia y una tierra común, compacta y que retenga la humedad. Puedes comprar un buen sustrato, pero nuestra recomendación es que uses una tierra de lo más común posible. En nuestro caso, obtuvimos la tierra de un campo común de cultivo llena de piedras, barro y poca materia orgánica. Con un sencillo abonado (opcional) conseguimos nutrirla de algo de sustancia para enriquecerla, que aunque es recomendable no es imprescindible.
Su gran enemigo es el aire; debemos intentar colocarla en una ubicación protegida de las corrientes fuertes de aire para poder tenerla lo más bonita posible. Al ser sus hojas grandes, lisas y esbeltas, la exposición al viento es su mayor inconveniente, aunque hemos de recordar que las plantas tropicales están preparadas para soportar los huracanes y tifones de sus lugares de origen, por lo que no debe preocuparnos. La reacción natural de las musas ante los fuertes vientos es rasgar sus hojas, consiguiendo así que el viento pase entre ellas sin ofrecer resistencia. Tras una ventolera apreciaremos las hojas rotas, aunque para nosotros es parte de la naturaleza de la planta y no le resta belleza. Lo contrario, ¡le aporta una belleza salvaje!
Resumiendo: podrás disfrutar tu Musa en exterior todo año excepto los meses más fríos. Desde Febrero hasta finales de Septiembre-Noviembre estará bonita y creciendo. En los meses de invierno más frío, se quedará parada y continuará creciendo desde donde se quedó de altura. Si las heladas sin excesivamente fuertes, rebrotará desde el suelo. Lo que es seguro, ¡ es que tendrás musa en tu jardín para muchos años!